Es una experiencia increíble, la ola más grande del mundo no se forma en el mar, sino en la desembocadura del Amazonas.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row row_content_width=»grid» content_text_aligment=»center» css=».vc_custom_1479460623389{padding-top: 17px !important;}»][vc_column][edgtf_blockquote show_mark=»no» color=»#333333″ text=»Trece kilómetros de longitud y se desplaza dos veces al año en luna llena, es una ola gigante de cuatro metros de altura que ejerce presión sobre la tierra y que nace de la fuerza brutal del rio Amazonas y sus afluentes y que se adentra más de 60 kilómetros en el Atlántico.»][/vc_column][/vc_row][vc_row row_content_width=»grid» content_text_aligment=»center»][vc_column][vc_column_text]
El inmenso caudal del Amazonas con más de 100.000 metros cúbicos por segundo, es la causa por la cual el oleaje formado por la entrada de agua del Atlántico, tenga esa duración excepcional, la ola alcanza más de 13 kilómetros de distancia y puede ser montada durante 20 minutos.
Riesgo y mucho valor para entrar en esta región Amazónica y saltar a la boca del rio Araguari, donde estas aguas salvajes y turbulentas, llenas de caimanes, serpientes y pirañas, nos indican el grado de peligrosidad.
